Bg. 1.1 - Este es el mundo de la envidia


Clase de Su Divina Gracia
A.C. Bhaktivedanta Swami Prabhupāda
Bhagavad-gītā 1.1
Este es el mundo de la envidia
Londres, 7 julio 1973
(Original en inglés)

Pradyumna: (dirige el canto, etc.) (Prabhupāda y los devotos repiten)

dhṛtarāṣṭra uvāca
dharma-kṣetre kuru-kṣetre
samavetā yuyutsavaḥ
māmakāḥ pāṇḍavāś caiva
kim akurvata sañjaya

(pausa)
Pradyumna: (dirige el canto de los sinónimos)
dhṛtarāṣṭraḥ — el rey Dhṛtarāṣṭra; uvāca — dijo; dharma-kṣetre — en el lugar de peregrinaje; kuru-kṣetre — en el lugar llamado Kurukṣetra; samavetāḥ — reunidos; yuyutsavaḥ — deseando pelear; māmakāḥ — mi bando (mis hijos); pāṇḍavāḥ — los hijos de Pāṇḍu; ca — y; eva — indudablemente; kim — qué; akurvata — hicieron; sañjaya — ¡oh, Sañjaya!

Prabhupāda: (durante el canto del śloka) Ahora, en tu hora libre, puedes tratar de repetir y memorizar algunos de los ślokas. Eso puede ser muy bueno. Prosigue.

Pradyumna: Traducción: “Dhṛtarāṣṭra dijo: ¡Oh, Sañjaya!, Tras reunirse en el lugar de peregrinaje de Kurukṣetra, ¿qué hicieron mis hijos y los hijos de Pāṇḍu deseosos de luchar?”.

Prabhupāda: La historia es que en una misma familia había una disputa acerca de quién iba a ocupar el trono. Dhṛtarāṣṭra era en realidad el hijo mayor del rey y a continuación estaba Pāṇḍu. En cada país existe una ley de primogenitura. En su país el hijo mayor ocupará el trono incluso si es una muchacha, como la actual reina Isabel. Antes estaba la reina Victoria, y antes de eso otra Isabel. Pero en la India, la mujer no tiene ese derecho. A la mujer nunca se le da ningún puesto de responsabilidad. Ésa es la opinión del más grande político de la historia, Cāṇakya Paṇḍita. En su opinión‚ viśvāso naiva kartavyaḥ striṣu rāja-kuleṣu ca. Su opinión explícita es que no se puede confiar ningún cargo de responsabilidad a una mujer o a un político. Los que son diplomáticos, los políticos... no se puede confiar en ellos.

La norma general es que la mujer debe permanecer bajo la protección del marido, el padre, el marido o los hijos. Es como los Pāṇḍus, su madre, Kuntī, era una dama muy, muy cualificada, pero, aun así, tras la muerte de su esposo, permaneció siempre con los hijos. Los hijos se tienen que ir al bosque, la madre también va. La esposa, Draupadī, también va. Había estos dos grupos. Dhṛtarāṣṭra era el hijo mayor de los dos, pero era ciego, tenía un defecto físico, por eso no se le otorgó el trono. Su hermano, Pāṇḍu, fue elevado al trono, pero murió muy joven. Cuando esos Pāṇḍus, los cinco hijos, Yudhiṣṭhira Mahārāja, en aquella época todavía no era Mahārāja. Yudhiṣṭhira, Bhīma, Arjuna, Nakula, Sahadeva; cuando eran niños pequeños, y Dhṛtarāṣṭra y otros miembros mayores de la familia como Bhīsmadeva les cuidaban. Era el abuelo de los Pāṇḍavas, era el tío de Dhṛtarāṣṭra. Bhīsma era el hermano mayor del padre de Dhṛtarāṣṭra. Era muy viejo. En realidad, el reino pertenecía a Bhīsma, pero permaneció brahmacārī, no se casó. Bhīsmadeva no tenía descendientes, por eso los herederos eran sus sobrinos: Dhṛtarāṣṭra y Pāṇḍu.

Tras la muerte de Pāṇḍu hubo una conspiración. Lo que pretendía Dhṛtarāṣṭra en realidad es que: “Este reino me pertenece, ahora de una forma u otra no puedo obtenerlo; mi hermano ahora ha muerto, pero si no lo heredo yo, ¿por qué no lo heredan mis hijos?”. Esa era su política. Siempre hay políticas, siempre hay envidias, siempre hay celos. Es la naturaleza del mundo material, no lo pueden evitar. El mundo espiritual significa justo lo contrario. No hay maniobras políticas, no hay envidia, no hay celos, eso es el mundo espiritual. El mundo material significa maniobras políticas, celos, diplomacia, envidia, muchísimas cosas. Eso es el mundo material. Hasta en los planetas celestiales están presentes estas maniobras políticas, incluso en el reino animal se pueden ver. Esa es la naturaleza. Matsaratā. Matsaratā significa envidia. Una persona envidia a otra, no importa si son hermanos o familiares. Aquí tenemos a algunas personas que forman parte de una misma familia: Dhṛtarāṣṭra y Pāṇḍu, que eran hermanos, y sus hijos que eran familiares, pero había envidia...

El movimiento para la Conciencia de Kṛṣṇa no es para las personas envidiosas. Envidiosas. Es un movimiento para educar a la gente a no ser envidiosos. Es un movimiento científico de primera categoría, sí. No volverse envidiosos. Por eso en el Śrīmad-Bhāgavatam, al comienzo mismo presenta, dharmaḥ projjhita-kaitavo atra (SB 1.1.2). En el Śrīmad-Bhāgavatam, el dharma, los principios religiosos de tipo engañoso son completamente expulsados, desechados, projjhita, echados a patadas, projjhita. Es como cuando recogen toda la porquería que hay en la habitación, barren, y luego la echan fuera, no la guardan en la habitación. Del mismo modo, el Bhāgavatam rechaza de plano los sistemas religiosos de tipo engañoso. No se trata de “ésta religión”, “aquélla religión”. En cualquier sistema religioso, si hay envidia, no es religión. Debemos entender estos celos, ¿qué son estos celos? Estos celos, esta envidia significa que son propietarios legítimos de algo, pero yo no les permitiré llevárselo. Eso es envidia, celos, traten de entenderlo, eso es envidia. Supongan que tienen legítimo derecho a una cosa y que yo estoy tratando de que no lo tengan, que yo me voy a quedar con esa cosa, o que alguna otra persona se quede con esa cosa, pero no le permitiré que disfrute de los que es suyo, eso es envidia.

¿Cuál es el derecho legítimo de propiedad de la entidad viviente? Eso debe entenderse. Derecho hereditario, lo que se llama derecho hereditario. Es como, todo el mundo tiene derecho a vivir bajo la protección del gobierno, todo el mundo, eso es un buen gobierno. El gobierno debe dar seguridad a la vida y a la propiedad. Eso es gobierno. No solo para el ser humano, sino incluso para la hormiga. Eso es un gobierno, no que brindo protección a mi hermano y no a los demás, eso no es. Es como Parīkṣit Mahārāja, protegía incluso a los animales. Cuando viajaba por su reino, tan pronto vio a una persona negra que trataba de matar a una vaca, inmediatamente sacó la espada: “¿Quién eres, por qué quieres matar a esa vaca?”.

Eso es un buen gobierno. A menos que el gobierno sea ecuánime con todos, del mismo modo que Dios es igual, ecuánime con todos. El rey y el gobierno deben de ser representantes de Dios. Por eso, según la civilización védica, al rey se le ofrece tanto respeto como a la Suprema Personalidad de Dios. El rey recibe el nombre de nara-deva, que significa “Dios en forma humana”. El rey recibe ese nombre. ¿Por qué? Porque actúa como representante de Dios. No puede sentir envidia de ninguna entidad viviente, por lo menos de las nacidas en su reino. Eso se llama praja, que significa el que ha nacido, o, en otras palabras, que tiene esa nacionalidad. Ése era su deber.

Así que, en el pasado, cuando había guerra entre dos reyes, esa guerra se basaba en el principio de: “¿quién va a proteger a los ciudadanos?”. No por beneficio personal. Quien pueda dar protección, quien pueda brindar protección a la vida, dar seguridad a la vida y a la propiedad debe ser rey.

Estas personas, Dhṛtarāṣṭra y sus hijos sentían envidia. ¿Qué protección podían dar a los ciudadanos? Ellos mismos estaban llenos de celos.

Como hoy en día, todos esos políticos están llenos de envidia y de celos. No pueden dar a los ciudadanos la menor protección. Lo único que les interesa es la política de su partido. No tienen siquiera tiempo de pensar cómo proteger a los ciudadanos, de manera que estos puedan siempre sentirse felices pensando: “Oh, que buen gobierno tenemos, no hay causa de ansiedad, tenemos comida suficiente, protección asegurada, opulencia más que suficiente, todo en abundancia”. Eso es un buen gobierno.

Y aquí en este verso, Dhṛtarāṣṭra siente envidia, está celoso. Él no puede dirigir ningún buen gobierno, y Kṛṣṇa lo sabía. Kṛṣṇa le envió un mensajero, Akrura. Lo han leído en el Śrīmad-Bhāgavatam. Antes de la batalla de Kurukṣetra, Kṛṣṇa envió de Dvārakā a su tío Akrura: “Ve a Hastināpura, Nueva Delhi, y mira cómo está la situación”. Y Akrura se dio cuenta de que Dhṛtarāṣṭra tenía algún plan. Entonces habló con él, le dijo: “¿Por qué te estás complicando en estos planes? Kṛṣṇa no quiere esto”. Dhṛtarāṣṭra sabía que Kṛṣṇa era la Suprema Personalidad de Dios, pero, aun así, dijo: “Yo sé que los planes que estoy haciendo no son buenos, conozco a Kṛṣṇa, la Suprema Personalidad de Dios, y Él me lo ha pedido. Te lo digo francamente, no puedo dejar de hacerlo. Así, cuando Kṛṣṇa se sienta complacido conmigo, yo también lo estaré”.

Ésa es la posición de la persona materialista, el materialista sabe qué es pecaminoso. El materialista sabe que todo lo que está haciendo está mal, pero no puede dejar de hacerlo. Es como el ladrón. El ladrón sabe que si roba será detenido y le castigarán, lo sabe, porque lo ha escuchado en los libros de leyes y de otras fuentes, y también ha visto a ladrones detenidos y arrestados por la policía para recibir un castigo.

Tenemos dos tipos de experiencias: escuchar y ver directamente. Dekhā-śunā, se dice en bengalí. En la India se dice así, dos clases de experiencias. Una, por ver, por la experiencia práctica, de mano a mano, directamente. Y la otra por escuchar. La persona inteligente obtiene experiencia por el simple hecho de escuchar de la fuente correcta, eso es bueno.

Nuestro proceso consiste en que obtenemos experiencia acerca del conocimiento perfecto, el destino de la vida, simplemente escuchando de labios de Kṛṣṇa. Si hacemos eso, somos las personas más inteligentes. No es posible experimentar directamente, pero si tenemos inteligencia, por el simple hecho de escuchar, reflexionar y pensar acerca de ello, obtenemos la experiencia. Las personas que son muy pecaminosas obtienen experiencia escuchando y también viendo directamente, y aun así no pueden poner fin a sus actividades pecaminosas. Y Dhṛtarāṣṭra, por sus actividades pecaminosas, llegó a ser tan caído, a degradarse tanto, que no escuchaba el consejo de nadie. Vidura le aconsejó, Bhīsma le aconsejó, le decían: “No hagas esos planes, ellos son propietarios legítimos, los Pāṇḍavas son los propietarios legítimos, son menores de edad, son pequeños, pero no trates de engañarles”. Pero Dhṛtarāṣṭra...

Fue entonces cuando el plan ya estaba completo y el campo de batalla se estableció en dharma-kṣetre kuru-kṣetre (BG 1.1). Dharma-kṣetre significa kuru-kṣetre, que es un lugar de peregrinaje. La gente va todavía allí a observar la ejecución de rituales religiosos. En los Vedas encontramos el mandamiento: kuru-kṣetre dharmam ācaret: “Si quieres celebrar alguna ceremonia religiosa, ve a Kurukṣetra”. Kurukṣetra es un dharma-kṣetra. No es algo ficticio, como estos mal llamados comentaristas que dicen: “Kurukṣetra significa el cuerpo”. No es así. Tal y como es. Traten de entender el Bhagavad-gītā tal como es. Kurukṣetra, dharma-kṣetra, es un lugar de religión. Y especialmente cuando Kṛṣṇa estaba allí, ya lo era.

¿Por qué ésta casa? Antes de que nosotros la ocupásemos, esta casa era una casa común y corriente, ahora es un templo. Es dharma-kṣetra, un lugar religioso. ¿Por qué? Porque Kṛṣṇa está aquí, está aquí. Tanto si ustedes consideran Kurukṣetra un lugar ordinario, pero como Kṛṣṇa estaba en el campo de batalla dirigiendo a Arjuna, era ya un dharma-kṣetra.

En el pasado, la gente recibía una formación religiosa y en un dharma-kṣetra no podían decirse mentiras. Es una práctica aún vigente. Como en Occidente, los cristianos van a la Iglesia y reconocen sus pecados, se confiesan: “Sí, lo he hecho”. Pero se ha vuelto una formalidad. Pero realmente en los lugares religiosos se debe reconocer: “Sí, lo he hecho”. Pero eso no significa que lo reconoce y vuelve a hacerlo. No, lo reconoce una vez y se le perdona, pero no vuelva a hacerlo. Y en este verso Dhṛtarāṣṭra dice, samavetā yuyutsavaḥ (BG 1.1): “Todas estas personas, mis hijos, māmakāḥ...”. Māmakāḥ significa mis hijos; pāndavas: los hijos de mi hermano Pāṇḍu, samaveta: se han reunido”. ¿Con qué intenciones? Con la intención de yuyutsavaḥ. La palabra yuyutsu, todavía se utiliza en Japón. Tal vez la conozcan, yuyutsa, luchar. Yuyutsu, los que están deseosos de luchar. Los dos grupos estaban deseando luchar y se reunieron.

¿Por qué hace la pregunta: “kim akurvata?, ¿qué hicieron?”. Porque todavía le quedaba alguna duda. “Tal vez estos muchachos, tras reunirse en dharma-kṣetre kuru-kṣetre..., podían haber cambiado de idea, tal vez han llegado a un acuerdo”. De hecho, los hijos de Dhṛtarāṣṭra podrían haber admitido: “Sí, Pāṇḍavas, ustedes son los verdaderos propietarios, ¿de qué sirve esta lucha innecesaria?”. Estaba muy ansioso por saber si habían cambiado de decisión. Por eso está preguntando. Si no fuese así, no tendría sentido preguntar kim akurvata. Es como si a ustedes les sirven de comer, si les pregunto a alguien: “A esa persona se le han servido unos platos muy sabrosos, ¿qué ha hecho después?”. Es una pregunta tonta. Habrá comido, eso es todo. De qué sirve preguntar qué ha hecho después.

Del mismo modo, cuando ya está establecido que habían ido a luchar, no tenía sentido una pregunta del tipo kim akurvata: “¿Qué hicieron entonces?”. Pero hizo esa pregunta porque tenía dudas de si no hubiesen cambiado de opinión.

Kim akurvata sañjaya (BG 1.1), estaba preguntando a su secretario. Dhṛtarāṣṭra era ciego. Su secretario, Sañjaya, un secretario muy fiel, lo guiaba siempre, y le está explicando el Bhagavad-gītā con una experiencia directa, con una televisión dentro del corazón. Es un arte que no se ha desarrollado todavía. Ustedes tienen la televisión a través de máquinas, pero hay otro tipo de televisión. Dentro del corazón se puede ver todo lo que ocurre fuera. Y esa televisión le era conocida. Es el principio básico del Bhagavad-gītā, quiero decir, el plano básico. Hablaremos de Sañjaya que explicará, que por la gracia de Vyāsadeva, aprendió a dominar ese arte de la televisión, y estaba sentado con su señor, en la habitación, y veía realmente lo que estaba ocurriendo en el campo de batalla y se lo explicaba. Ése es el principio básico del Bhagavad-gītā, quiero decir, el plano básico. Hablaremos de esto poco a poco, verso tras verso. Muchas gracias. Hare Kṛṣṇa. (cortado)

...seguir el Bhagavad-gītā y volverse un sādhu, mahātmā, pero cuando ellos encuentran que un mahātmā es líder y es un gran estudiante del Bhagavad-gītā, y porque todas las personas se reúnen alrededor de él. Aunque él fue un político, él nada tenía que ver con el Bhagavad-gītā o mahātmā, no. (risas) Porque la definición de mahātmā está dada en el Bhagavad-gītā. La definición de mahātmā es esta: mahātmānas tu māṁ pārtha daivīṁ prakṛtim āśritāḥ, bhajanty ananya manaso (BG 9.13). Esto es un mahātmā. Mahātmā significa que él toma refugio en Kṛṣṇa ciento por ciento, y su única ocupación es adorar y glorificar a Kṛṣṇa. Esto es mahātmā. Así que Gandhi nunca creyó que aquí está Kṛṣṇa, pero él se volvió un mahātmā por votación popular. Eso es todo. Ese tipo de mahātmā no es aceptado por el śāstra. Mahātmā es, el primer síntoma de mahātmā es que tiene que volverse un gran devoto de Kṛṣṇa. Eso es mahātmā. Eso es... Mahātmānas tu māṁ pārtha daivīā prakṛtim āśritāḥ (BG 9.13). Y él no está bajo el mundo material, él está en el mundo espiritual. Daivīā prakṛtim āśritāḥ. ¿Y cuál es el síntoma? Bhajanty ananya-manaso. Ananya-manaso, sin ninguna desviación, simplemente él es devoto de Kṛṣṇa. Eso es mahātmā. Todo eso está en el Bhagavad-gītā. Por lo tanto, les pido que estudien el Bhagavad-gītā tal como es a fondo. Entonces ustedes se volverán espiritualmente poderosos. Ahora canten Hare Kṛṣṇa. (fin)